La movilización y acampe de la juventud piquetera y estudiantil arrancó una primera victoria al gobierno que había dado de baja, de un saque, más de 40.000 programas Potenciar Trabajo por considerarlos incompatibles con la beca Progresar. El Estado pagará retroactivamente lo adeudado y queda planteada la lucha por la compatibilidad de ambos programas, para no tener que elegir entre comer y estudiar.

La baja intempestiva de decenas de miles de Potenciar Trabajo despertó un repudio generalizado entre miles de estudiantes que a falta de ingresos y trabajo perciben ambos “beneficios” y la reacción de cientos de estudiantes y jóvenes piqueteros que junto al Polo Obrero y el Frente de Lucha Piquetero se manifestaron en el Obelisco porteño montando un acampe.

El impacto y la repercusión de la medida fueron de una importante magnitud, llegando saludos, adhesiones y felicitaciones de todos los sectores, particularmente de personas y grupos vinculados a las organizaciones sociales oficialistas también afectados por la decisión del gobierno.

En algunas horas el gobierno tuvo que dar marcha atrás y rever su resolución, comprometiéndose al pago retroactivo y a la continuidad de los miles de Potenciar Trabajo afectados, pero sin modificar la incompatibilidad con la beca estudiantil Progresar.

La respuesta estudiantil y piquetera, y el rechazo generalizado a la medida del gobierno, se desprenden de que la incompatibilidad de ambos programas no se encuentra justificada. El Potenciar Trabajo sirve a los fines de cubrir las necesidades alimentarias de quienes carecen de trabajo genuino, mientras que la beca Progresar alcanza a cubrir algunos gastos relativos a la educación, en sus distintos niveles.

Entre ambos programas no se llega a cubrir siquiera el monto de un salario mínimo o una canasta alimentaria, llegando a poco más de $30.000 en el mejor de los casos.

El saldo de esta jornada y de la rápida respuesta de las organizaciones juveniles, estudiantiles y piqueteras es que la lucha rinde, y que extiende sus beneficios al conjunto de los damnificados, lo que revalida el método de organización y acción independiente en tiempos de ajuste y ofensiva fondomonetarista.

Tras esta importante victoria, que se asienta en un ánimo popular caldeado por el ajuste y los recortes presupuestarios contra la juventud y los trabajadores, queda planteada la lucha por la compatibilidad de ambos programas y su aumento, para atender las necesidades de decenas de miles de jóvenes y trabajadores que defienden el derecho a desarrollar sus estudios y subsistir, al mismo tiempo.

Este jueves 8, esta reivindicación estará de manifiesto junto a los reclamos por trabajo genuino, apertura y aumento de los programas sociales, alimentos y bono compensatorio con los cuales movilizarán las organizaciones piqueteras, con una manifestación que partirá a las 11 horas desde el Puente Pueyrredón del lado de Avellaneda.