El ultimo informe del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap) arrojó como dato que ya asciende a 50 el numero de villas y asentamientos en la Ciudad de Buenos Aires, las cuales aglutinan a 73.800 familias, cerca de 400.000 trabajadoras y trabajadores. A pesar de que la cantidad de habitantes de la ciudad se mantiene constante hace mas de 50 años, la población de los barrios informales y la cantidad de asentamientos ha ido notoriamente en aumento.

La política del gobierno de Larreta ha profundizado el proceso de expulsión de los trabajadores de la ciudad. En la Legislatura porteña se han votado sucesivas leyes de privatización y concesión de tierras públicas, favoreciendo la especulación inmobiliaria. La ciudad perdió más de 500 hectáreas entre concesiones y permisos de explotación. La crisis económica y social, con una inflación pronosticada por encima del 80% para fin de año, empujó el precio de los alquileres a niveles inalcanzables para el ingreso promedio de los trabajadores. Las condiciones para ingresar a un departamento en un barrio de la ciudad son totalmente excluyentes: garantías propietarias o seguros de caución impagables, y comprobantes de salarios registrados con ingresos a los que no accede gran parte de la población.

La enorme masa de trabajadores que habitan en las villas alquila en condiciones informales, poniendo en duda a diario su garantía de contar con un techo para sus familias. El alquiler de una pieza asciende a mas de 15.000 pesos en barrios como Villa 15 o Villa 20 según cuentan las vecinas. Las condiciones habitacionales e infraestructura son totalmente indignas y precarias: la gran mayoría de las casas no cuenta con acceso a una red formal de agua potable o desagües cloacales, los tendidos eléctricos no cumplen con las normas básicas de seguridad con lo cual los incendios de casas por cortos circuitos de cables de alta tensión son frecuentes, se convive con inundaciones y la gran mayoría no cuenta con un servicio de recolección de residuos, por lo que extienden enormemente los basurales.

Ninguna de las leyes de urbanización que se votaron en la Legislatura dieron solución a estos problemas de fondo. Las vecinas de la Villa 31, en una recorrida con el legislador Gabriel Solano, dieron muestra de las precarias condiciones en que han sido entregadas las nuevas viviendas, cuya cantidad no llega a cubrir ni un mínimo porcentaje del déficit habitacional del barrio. Una situación similar denuncian las vecinas del barrio Rodrigo Bueno. Las obras de “urbanización” en la Villa 20 están totalmente paralizadas, al igual que en la 11 1 14. Los vecinos de la manzana 32 de la Villa 15 vienen organizándose por el acceso al agua potable porque dependen de la entrega de agua de un camión cisterna para poder estar abastecidos. A esto se le suma una larga lista de derechos básicos de vivienda no garantizados en la Ciudad.

La situación requiere que todos los trabajadores que vivimos en la Ciudad nos organicemos y desarrollemos una lucha contra el gobierno de Larreta por el derecho a una vivienda digna. Como aporte a esta lucha, desde el Polo Obrero lanzamos una campaña de asambleas abiertas por barrio para discutir los reclamos puntuales de cada punto de la Ciudad, junto con un relevamiento de todas las problemáticas. Impulsamos para el día 27 de julio movilizaciones a las sedes del Instituto de la Vivienda y la sede comunal en cada barrio para reclamar una solución urgente a esta problemática.

Acercate a la asamblea de tu barrio:

Martes 12/7 17.30hs en Comuna 3, Av. Jujuy y Belgrano (Manzana 66)

Martes 12/7 16.30hs villa 20 en Parque de las Victorias, Av. Cruz y Pola

Martes 19/7 17hs en Parque Lezama

Miércoles 20/7 17hs Oculta en Piedrabuena y saraza

Viernes 22/7 16.30hs en Camilo Torres y Riestra, Bajo Flores

Lunes 25/7 16hs en Soldati, barrios Fatima y Piletones

Lunes 25/7 18hs en Monoblocks de Soldati, Mariano Acosta 3366

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https://prensaobrera.com/sociedad/un-traspaso-de-tierras-de-caba-a-la-matanza-que-no-resuelve-la-crisis-habitacional