Hace algunas semanas, salvo la Unidad Piquetera, el conjunto de las organizaciones sociales -en particular las oficialistas- se mantenían expectantes ante el salto de la crisis social y económica del país y el crecimiento de la pobreza. Actualmente, todas y cada una de ellas han tenido que expresarse de alguna manera, impulsando “manifestaciones” y maniobras de diverso orden.

El trasfondo de esta situación no es solo la avanzada ajustadora que protagoniza el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, con eje en el pacto con el FMI, sino la propia presión interna de los sectores que organizan, para las cuales la situación social se ha vuelto insostenible, que obliga a que estas se “reacomoden” ante los acontecimientos.

El sitio MDZ ha dado cuenta de este proceso con algunos testimonios, que ponen de manifiesto el disgusto de trabajadores y trabajadoras precarizadas con una orientación que los mantiene en la pasividad mientras el gobierno liquida el poder adquisitivo de los sectores populares.

Uno de ellos es el de Eduardo, obrero de la construcción de La Matanza, organizado en el Movimiento Evita, quien manifestó: “Ya sé que esto va a ser peor, no me voy a quedar mirando como el Chino (Navarro) aplaude a Alberto y a Cristina y mis hijos no tienen para comer”. “La Matanza es un hervidero, acá no se puede vivir y nos piden que defendamos lo indefendible, esto es una vergüenza”, agregó.

La crítica es clara y proviene del corazón del conurbano bonaerense, donde se expresa un fuerte deterioro de la situación de los trabajadores y un importante desarrollo de las organizaciones piqueteras independientes, como el Polo Obrero.

Otro testimonio, el de Isabel de la CCC de Berazategui, da cuenta de una situación similar, con la salvedad de que Isabel optó, directamente, por pasarse al Polo Obrero. La CCC mantiene una línea común a la del Movimiento Evita, de integración al Estado y de contención social ante el crecimiento de las necesidades populares.

Entrevistado por el medio, Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero, destacó que “recibimos más de 12 mil personas que vienen del oficialismo. No son tontos: acá nadie pide plata, acá nadie descuenta sueldos, acá nadie se casa con el gobierno. No somos todo lo mismo”.

Por este motivo el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, restringió el pase libre de los beneficiarios de los programas sociales, obligando a que todo el que solicita un cambio de Unidad de Gestión se vea forzado a caer en las manos de los intendentes.

Las organizaciones piqueteras como el Polo Obrero y  la Unidad Piquetera (frente de lucha independiente del Estado) son las que han abierto un canal de intervención independiente y de los trabajadores ante esta crisis, lo que ha sumado y agrupado a nuevos sectores y es fuente de atracción de trabajadores y trabajadoras desocupados y precarizados que rompen con la política de este gobierno.

Este jueves 28, en Plaza de Mayo y en las plazas de todo el país, volverá a verse reflejado el crecimiento de la manifestación independiente y de la lucha piquetera contra el ajuste.

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