La jornada de lucha desarrollada por la Unidad Piquetera el pasado 10 y 11 de agosto en la Plaza de Mayo y en las principales plazas del país tuvo un enorme impacto a nivel nacional.

Desde las primeras horas del día se extendió la concentración por el centro de la Ciudad de Buenos Aires con columnas que llegaban hasta el barrio de Once, para luego movilizar al centro político del país. El principal reclamo levantado por las organizaciones de la Unidad Piquetera fue la solicitud de una reunión con el nuevo ministro Massa, quien en sus últimos anuncios ratificó la profundización del rumbo del ajuste que están pagando los trabajadores con inflación, tarifazos y recortes en la asistencia social.

Frente a esta situación, la enorme movilización del sector más combativo de los trabajadores precarizados y desocupados colocó en la calle y en la agenda política la lucha por trabajo genuino, por la apertura y el aumento de los programas sociales, el reclamo de un salario mínimo de 105.000 pesos, para que cubra la canasta básica y la demanda de un bono de emergencia de 20.000 pesos para compensar parte de lo perdido ante la inflación.

Al llegar a la Plaza de Mayo, una delegación de la Unidad Piquetera se dirigió al Ministerio de Economía y fue recibida por funcionarios de segunda línea, frente a la negativa de Massa, los cuales no dieron respuestas satisfactorias a las demandas planteadas. Fue así cómo los trabajadores precarizados y desocupados movilizados en la Plaza de Mayo votaron una permanencia hasta el otro día, frente a la intransigencia del gobierno y la urgencia de una respuesta. Comenzó el acampe piquetero.

La permanencia en la Plaza de Mayo incluyó una agenda de actividades de organización política y actividades culturales en apoyo a la acción de lucha.

Al llegar la tarde se desarrolló una asamblea por tierra y vivienda en la que participaron vecinos y activistas representantes de distintas luchas de la Ciudad, La Matanza, Vicente López y otras zonas del AMBA. También participaron el legislador Guillermo Kane y los concejales Sandra Becerra (José C. Paz) y Juan Romero (La Matanza) del PO-FITU.

La juventud también se organizó en una asamblea donde participaron pibes de distintos barrios, escuelas, profesorados y universidades para discutir acciones por viandas, becas y contra la criminalización y persecución de los pibes en las villas. Por otro lado, se realizó una charla abierta de jubilados y una charla contra la criminalización de la protesta social. También estuvo el espacio para la intervención de diversas organizaciones sociales, políticas, sindicales y de derechos humanos, con sus saludos y su solidaridad con la lucha piquetera.

La jornada del miércoles finalizó con un festival en el que participaron artistas invitados (Las Manos de Filippi, El Doctor, entre otros) que se solidarizaron con la acción de lucha, brindando un espectáculo para los miles de piqueteros que acamparon en la plaza.

Al caer la noche, las fogatas y las carpas cubrieron la Plaza de Mayo y las calles aledañas, dando lugar a un paisaje de lucha histórico que generó un enorme impacto en las redes sociales y medios de comunicación.

Luego de 24 horas de lucha y con un acto central, se votó el levantamiento del acampe junto con la continuidad y profundización del plan de lucha a votarse en asambleas barriales en todo el país. En el acto de cierre se destaca la intervención de varios oradores que dejaron algunas conclusiones y reclamos luego de la intensa jornada. Eduardo Belliboni, dirigente nacional del Polo Obrero, denunció enfáticamente las auditorías que el gobierno quiere llevar adelante contra los planes sociales, con el fin de dar de baja a miles y volcar otro tanto al control de los intendentes y sus punteros, y defendió la organización de los comedores que llevan adelante el Polo Obrero y las organizaciones de la Unidad Piquetera. Además, los dirigentes de la Unidad Piquetera denunciaron la pasividad de las centrales obreras y de las organizaciones sociales ligadas al gobierno frente al avance del ajuste.

El plan de lucha de la Unidad Piquetera continúa con una movilización el próximo lunes 22 de agosto, día en el que se reúne el Consejo del Salario Mínimo, que quiere votar nuevamente un salario mínimo de miseria. La lucha continúa en las calles y en los barrios.

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