Miles de compañerxs se movilizaron en la mañana de este domingo desde la estación de Avellaneda hasta el Puente Pueyrredón, a veinte años de la masacre que se cobró la vida de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Aquella represión criminal, ordenada por el gobierno de Eduardo Duhalde, buscaba quebrar al movimiento piquetero que ganaba las calles contra el hambre y pobreza.
“Darío y Maxi fueron parte de una gloriosa juventud y de un pueblo que en la década de los 90 y principios del 2000, enfrentaron con organización y lucha callejera, las políticas de ajuste que los organismos internacionales de crédito ordenaban a los cipayos políticos de turno”, destaca el documento de las organizaciones convocantes, leído en un acto sobre el Puente.
El texto califica los hechos de Avellaneda como un “crimen de Estado” y denuncia que “han pasado distintos gobiernos, pero ninguno investigó las responsabilidades políticas e intelectuales. Ni el de Néstor Kirchner quien prometió investigar hasta las últimas consecuencias, ni el de Cristina Fernández de Kirchner, ni el de Mauricio Macri (partidario confeso de la represión estatal), y hasta el momento, tampoco el de Alberto Fernández. Todos estos gobiernos sostuvieron vínculos políticos con los responsables intelectuales y políticos de la Masacre, y en varios casos compartieron candidaturas electorales o les dieron cargos en ministerios y otros ámbitos del Estado” (como Aníbal Fernández -entonces secretario general de la Presidencia- o Felipe Solá -exgobernador bonaerense).
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El documento puntualiza que “todos los avances en las causas [como la condena del excomisario Alfredo Fanchiotti] han sido, pura y exclusivamente por la lucha popular y el esfuerzo de les familiares y compañeres de Darío y Maxi, sus organizaciones, y cientos de colectivas, agrupaciones y organizaciones piqueteras culturales, gremiales, de derechos humanes, políticas, y de les compañeres abogades”.
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Al mismo tiempo, rechaza los ataques en curso contra el movimiento piquetero. “Esta ofensiva, que se monta en la negativa del Ministro de Desarrollo Social Juan Zabaleta de dar respuesta a los miles de compañeres que se movilizan en todo el país, es promovida por los grandes medios de comunicación, por distintos sectores empresariales, y por distintos sectores políticos (Juntos por el Cambio, los falsos “Libertarios”, y sectores del oficialismo), y en los últimos días principalmente por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que pide que todos los planes pasen a los intendentes y gobernadores, aumentando el poder del PJ y atacando los derechos laborales de estatales provinciales y municipales al actuar para bajar más sus salarios. En ese marco, repudiamos la persecución judicial del fiscal Marijuan contra Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero, y Gabriel Solano, diputado de CABA por el FIT Unidad”.
El texto se pronuncia también contra el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Un día después del crimen de Kosteki y Santillán, 50 mil personas se movilizaron a Plaza de Mayo para repudiar la represión. Estas manifestaciones se profundizarían en las semanas siguientes para terminar con el gobierno de Duhalde. Haciendo un balance de los hechos de 2002, Néstor Pitrola (dirigente del Partido Obrero y referente del Polo Obrero en los días de la Masacre) afirmó que “el derrotado fue el régimen. Duhalde se tuvo que ir. Y el movimiento piquetero, 20 años después, muestra su vigencia, su lucha, con centenares de miles de compañeros luchando contra este régimen de saqueo y ajuste”.
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“Han pasado muchos gobiernos pero los reclamos siguen intactos: trabajo genuino; salario igual a la canasta familiar; basta de trabajo precario; por el acceso a la vivienda; por el acceso a la alimentación”, señaló Romina Del Plá, diputada del Frente de Izquierda – Unidad.
La actividad del domingo fue precedida por una vigilia en la zona. Como parte de ella, en la Estación se realizó una presentación del libro Una historia del movimiento piquetero, de Luis Oviedo, recientemente reeditado. Participaron Alberto Santillán (papá de Darío), Néstor Pitrola y Eduardo Belliboni. Posteriormente, hubo un festival en el Puente, en que tocaron varias bandas, entre ellas Las Manos de Filippi, autora del clásico “Los métodos piqueteros”.
Darío y Maxi, presentes. Castigo a todos los responsables políticos y materiales de la Masacre de Avellaneda. Basta de persecución a los luchadores. Abajo el acuerdo con el FMI.
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