El 8 de agosto se realizará una audiencia para la presentación del proyecto de la bancada del Partido Obrero y Frente de Izquierda Unidad para la expropiación de las tierras ociosas, donde se vienen produciendo centenares de ocupaciones de tierras y la urbanización de los asentamientos donde viven miles de personas.

En la provincia más poblada del país, el déficit habitacional llega a los 2 millones de viviendas y las familias que viven en hacinamiento alcanza las 500 mil. A esta situación se le suman la escasa obra pública para la urbanización de las barriadas, que van creciendo día a día en la periferia de las grandes ciudades y el conurbano como resultado del crecimiento de la inflación y la pobreza, que impiden cubrir el costo de la canasta básica y los alquileres, expulsando a los trabajadores de las ciudades.

En una reunión realizada días atrás, con la presencia de Guillermo Kane y representantes de la lucha por tierra y vivienda, participaron compañeros de Merlo, Moreno, Lomas de Zamora, Guernica, Quilmes, José C. Paz, La Plata, La Matanza, Avellaneda, etc. Se votó impulsar una campaña de agitación y preparación de esta audiencia, que sirva para poner en pie un movimiento de lucha por este reclamo y que sirva para elaborar también un programa de salida frente a esta verdadera crisis habitacional.

Esta situación contrasta con el crecimiento y desarrollo de la especulación inmobiliaria. En las ciudades se construyen grandes torres, a las cuales los trabajadores no pueden acceder producto de los altos alquileres y los bajos salarios. Por otro lado, la construcción de barrios privados ha sido la política que han defendido los gobiernos en oposición a la puesta en pie de programas de vivienda para dar respuesta al déficit habitacional.

El botón de muestra de esta política de los gobiernos fue la lucha de Guernica, donde miles de trabajadores se vieron forzados a ocupar terrenos ociosos para salir del hacinamiento en el marco de la pandemia del coronavirus, mujeres escapando de situaciones de violencia de género o por la imposibilidad de seguir alquilando. La respuesta del gobierno de Kicillof, Berni y Larroque fue el desalojo violento, para privilegiar el negociado de una inmobiliaria que no pudo acreditar la propiedad de las tierras. Hoy en día, siguen sin otorgar ni un solo lote a las familias a las cuales se les había prometido la entrega.

Por todo esto, desde el Polo Obrero y el Partido Obrero planteamos la necesidad de organizar un movimiento para luchar por un programa de salida, que tiene que partir de la creación de un banco de tierras, un plan de viviendas y urbanización de los barrios, la prohibición de los desalojos y la creación de impuesto a la vivienda ociosa para financiar el plan de viviendas y urbanización.

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