Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero, aseguró que el Consejo Directivo de la CGT recibirá a la Unidad Piquetera el miercoles 8 de junio. Se pondrá sobre la mesa el paro nacional que plantea el Movimiento Piquetero contra el ataque del gobierno y el FMI a las condiciones de vida de los trabajadores.

Las condiciones para una acción masiva de ocupados y desocupados quedaron de manifiesto con la masiva Marcha Federal que movilizó 300.000 personas en todo el país, y fue la instancia máxima del plan de lucha organizado desde el Plenario Piquetero Nacional realizado en marzo en Plaza de Mayo, y que continuará con una nueva movilización al Ministerio de Desarrollo Social el 9 de junio para reclamar trabajo genuino, la universalización de los programas sociales, salario igual a la canasta básica y alimentos para los comedores. Para definir los próximos pasos a seguir y el planteo a llevar a la conducción de la central obrera, llevarán adelante un nuevo plenario nacional el 13 de junio.

Este método de deliberación colectiva, desde las organizaciones de base con delegados con mandato que integran los plenarios, es el gran acierto de la movilización de la Unidad Piquetera, en contraste con la burocracia sindical que entrega las paritarias cerrando acuerdos de espaldas a los trabajadores. Contrasta también con la “jornada de lucha” aislada y sin paro que convocó la CTA, que incluyó una movilización contra los “formadores de precios” para exculpar al gobierno de la inflación.

Este método del clasismo es también con el que se organizaron los paros de los trabajadores del neumático, quienes a partir de sus asambleas fabriles y con el Sutna a la cabeza desarrollan una lucha por una recomposición real de salarios en momentos de súper ganancias empresarias en el rubro. Un paro nacional sería un enorme respaldo a su pulseada contra la intransigencia patronal, así como a las huelgas en curso de la docencia riojana y sanjuanina, entre tantas otras luchas obreras.

Eduardo Belliboni afirmó: “La CGT está pegada a un gobierno ajustador que acuerda con el FMI el saqueo del país, lo que hace que sea arrastrada a la crisis de gobierno y no represente los intereses de los trabajadores”(Infobae 6/6). Los conflictos en curso demuestran que cuando hay una dirección en la que confían los trabajadores se puede dar una lucha consecuente, como es el caso de los docentes universitarios, de los trabajadores del neumático, de los trabajadores de Página 12, y de la Unidad Piquetera.

En el caso de los sectores más vulnerables, el ajuste predomina sobre la asistencia alimentaria, y las listas de espera en que recaen miles de comedores populares que esperan por la provisión de mercadería se ensanchan cada vez más, reflejando que, en contrapartida del recorte sobre la asistencia, el hambre (y el encarecimiento de la comida) no paran de crecer.

El dirigente del Polo Obrero remarcó: “El gobierno ha elegido un acuerdo con el FMI que lo lleva a chocar con las más elementales aspiraciones de los trabajadores y del pueblo en general, sin perspectivas económicas de desarrollo y con un ajuste brutal contra los ingresos de trabajadores y jubilados, y se desarma ante una crisis política de su propia colisión y termina siendo una correa de transmisión de los intereses de la clase capitalista de conjunto: las empresas energéticas subsidiadas, los pulpos agroexportadores y la especulación financiera” (Idem).

Pero no sólo los gobiernos no dan respuestas certeras a estos reclamos, sino que responden con amenazas y un reforzamiento represivo. Mientras el propio ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, califica a los hambrientos de “extorsionadores”, en la oposición derechista reclaman, desde Larreta a Milei, despojar de toda asistencia social a quienes salgan a luchar.

Mientras continúan creciendo los reclamos dentro de los sectores del movimiento obrero ocupado, el movimiento piquetero gana las calles en su lucha contra el hambre y la miseria. El camino para tirar abajo el ajuste del gobierno y el FMI debe centrarse en promover asambleas y plenarios para redoblar la campaña por un paro nacional y un plan de lucha de trabajadores ocupados y desocupados.

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