Todas las velas al santo, pero para los compañeros, nada


El domingo 7 se va a hacer la movilización a San Cayetano. Es una marcha ritual sin ningún contenido de lucha. Pero con esta movida, la Utep (el Evita, la CCC y Somos) va a reafirmar su apoyo al gobierno. Y tapar que evitaron salir a la calle a movilizarse por los reclamos de los barrios, en un momento en donde el hambre y la miseria avanzan y la ofensiva contra las organizaciones sociales gana la primera plana de la situación política.

Se confirma lo que ya planteamos desde el Polo Obrero: no se puede estar de los dos lados del mostrador. Para defender los reclamos populares hay que romper con el gobierno, pero las organizaciones de la Utep siguen con sus cargos en el Ministerio de Desarrollo Social.

La Unidad Piquetera, en las reuniones con la Utep, propuso salir en común por un millón de puestos de trabajo en la obra pública, por la universalización de los planes y contra la criminalización, entre otros puntos.

A estas reuniones se había llegado en medio de una crisis en el propio oficialismo. Cuando Cristina Fernández dio la señal de largada para una fuerte campaña antipiquetera, y la Justicia empezó a perseguir al movimiento piquetero independiente (con las causas como las que sufren Gabriel Solano y Eduardo Belliboni), también reactivó causas de la época de Macri contra la CCC (actualmente oficialista), que sufrió brutales allanamientos persecutorios y una sucesión de denuncias penales.

En ese contexto, Grabois planteó el reclamo de un salario básico universal, de 14.000 pesos (una miseria). Pero este salario universal fue descartado por el gobierno nacional, que otorgó el último bono (de 11.000 pesos) solo a los beneficiarios del Potenciar Trabajo, eliminando cualquier perspectiva de universalización. Tampoco Cristina defiende el salario universal: se fotografió con Massa, que viene a aplicar un plan de ajuste.

Al final, con Massa

Incluso en este cuadro de ataque a los reclamos populares, ajuste y persecución, los principales dirigentes de la Utep saludaron (como muestra de “unidad”) la llegada de Massa al Ministerio de Economía y evitaron converger en una movilización común con la Unidad Piquetera. Saludan la llegada del más directo representante de la embajada norteamericana en la coalición, ungido justamente para pedir más endeudamiento y subordinación semicolonial. Alguien que elabora un plan de estabilización basado en “devaluación monetaria, ajuste fiscal y aumento (recesivo) de tasas de interés” (Ambito Financiero, 2/8).

Argumentaron que si salían a la calle por los reclamos y rompían con el gobierno, este podía caer. Pero hay que decir que tampoco salieron a la calle cuando el gobierno estaba fuerte y ya aplicaba un gran ajuste. Ni cuando pactó con el Fondo Monetario.

La extorsión de la caída del gobierno si las organizaciones le sueltan la mano les sirve para seguir sosteniendo a un gobierno que lleva adelante el plan del FMI, ajustando hasta en la asistencia social, cuando la miseria avanza al compás de la inflación y el fracaso de las metas fondomonetaristas. Es al revés: para enfrentar el ajuste, pero también para enfrentar a la derecha, ganar las calles por los reclamos populares es el punto de partida. Con los trabajadores en sus casas, el gobierno gana aire, la derecha se refuerza y las patronales avanzan.

La caída de un gobierno cuando es resultado de una ofensiva de la derecha o un golpe de Estado, no tiene nada que ver con que caiga el gobierno cuando es el resultado de una movilización popular. En este último caso, se abre un panorama de lucha por una transformación social de fondo, y de fortalecer todos los reclamos de la clase obrera.

Probablemente entre los “cayetanos” prime la fantasía de que mantenerse en el gobierno es la mejor forma de esquivar la ofensiva judicial contra las organizaciones. Pero les puede salir el tiro por la culata, porque el gobierno, con Cristina Fernández a la cabeza, es uno de los que instiga a esta persecución, para fortalecer el aparato de los gobernadores e intendentes.

Los gobernadores, justamente, fueron los que reclamaron la llegada al poder de Massa. Massa es además aliado de Morales, que es el gobierno provincial que más persigue a las organizaciones populares, que encarceló a dirigentes y compañeros de la Unidad Piquetera. Morales saludó el nombramiento de Massa al tiempo que redoblaba su planteo de criminalizar la lucha piquetera en todo el país.

El apoyo al gobierno es incompatible con defender la lucha contra el hambre y la miseria. La integración al Estado corrompe las organizaciones populares y las transforma en pilares del régimen que niega día a día los derechos más elementales.

Reafirmamos, ante las compañeras y compañeros de todas las organizaciones, la lucha del Polo Obrero y la Unidad Piquetera por trabajo genuino, por la universalización de los programas sociales y por todos los reclamos.

https://prensaobrera.com/movimiento-piquetero/prepararse-para-enfrentar-el-ajuste-de-massa-el-hombre-de-la-embajada-yanqui